Me pregunto el por qué de los mayores de 80 años en soledad y de las rabietas de los niños menores de 4 años.
Por qué de sentados atados mirando por la ventana, o conversaciones imposibles por la memoria, de nuestros mayores.
O el por qué de los impulsos emocionales incontrolados de nuestros pequeños
Sólo se me ocurre una cosa, son lecciones, lecciones, lecciones para aprender a amar en tiempos difíciles o lecciones para desarrollar paciencia por si un día nos hace falta y ellos son maestros que nos manda el JEFE
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