Hay un concepto que se llama lealtades
familiares invisibles, en relación a esa lealtad aunque a menudo sea
inconsciente al clan del que formamos parte, podemos sentir que traicionamos a
nuestra familia si nos permitimos pensar o sentir diferente a ellos.
Este sentimiento de traición puede ser en muchas ocasiones
un poderoso instrumento de resistencia al cambio. Y es que a veces las ideas familiares van pasando de generación en generación sin ningún filtro, algo así
como una patata caliente. ¿Cómo me voy a atrever a traicionar algo tan
arraigado y que ha formado parte de generaciones y generaciones?
Miguel de Unamuno dice, “Miremos que
somos más padres de nuestro porvenir, que hijos de nuestro pasado” Tú decides.
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