Os cuento lo que he visto hoy, en una terraza en Ávila al lado de una carretera nacional había un niño jugando con el balón, se le ha ido el balón a la carretera hasta en 3 ocasiones, los padres desde lejos, “con el mando a distancia” pero sin levantarse ni dejar su segunda cerveza, le decían, "Adrián deja el balón". Y Adrián a su bola".
Finalmente vino el camarero con tatuaje , piercing y corte de pelo raro y les dijo a los padres que le iba a pasar algo, los padres respondieron, pues" Dígale algo que no nos hace caso".
El camarero le dijo, "Deja el balón que te meto una hostia que te subo a ese árbol".
El niño dejó el balón automáticamente. Eso sí, cuando se fue el camarero, le dijo a sus padres, "Este camarero es gilipollas", ( niño de 7 años como mucho) los padres le respondieron, "Díselo a él a la cara".
Al llegar el camarero, los padres le dijeron al niño que se lo dijese ( vamos como para volver a tener confianza en sus padres)
Incompetencia pedagógica, ¿cuántas? Una , dos, tres veces…
Ese niño será un adulto en la sociedad, que nos pillen confesados, y puede ser padre, y probablemente reproduzca modelos.
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