Una vez, una compañera me dijo , "Juan Carlos , como duele un hijo. Una madre empieza a sufrir cuando nace y deja de sufrir cuando se muere ella, que no te pase nada entre medias". Y tenía razón mi compañera Teresa.
Hoy, yo siento que me duelen mis alumnos, me duele cuando veo una quiniela, que lamentablemente acertaré y no quiero que así sea ,sobre su futuro.
Y me duele sobre todo cuando sufren. ¡Cómo me duele ver sufrir a mis alumnos! y no poder hacer nada.
Puede que parafraseando a Teresa, " Un maestro empiece a sufrir cuando coje a un alumno y no pueda ayudarle, y deja de sufrir.....cuando el niño sea feliz y vuelva a sonreír"
¡Cómo me gustaría ayudarles a ser fuertes, poderles dar herramientas necesarias para la vida!
¡¡¡¡Cómo me duelen mis alumnos!!!
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