Querida madre, que te dirigiste a mi por segundo año consecutivo, no conozco tu nombre, ni sé como ponerme en contacto contigo. Pero si conozco tu problema, y lo hago mío.
Sólo quieres ver bien a tu hijo y no sabes como, solo quieres que te deje quererle y no sabes que hacer. Me decías que seguías fielmente los consejos que doy para padres, pero todavía no has ganado las muestras de afecto de tu hijo, y lo más importante su felicidad.
Siento, que nuestros contactos fueran fugaces, y entre mucho gentío. Pero tu problema es mío. Todos son de todos.
Y sólo se me ocurren dos consejos. Uno lee el capítulo de Lecciones de amor, del libro LECCIONES DE VIDA , de Elizabeth Kubler Ross. Lee la historia de la camiseta del hijo de su madre.
Y otra, conviertete en un transformador consciente, dicen los hindúes que tenemos unos chakras en el cuerpo que no son más que ruedas o transformadores de energía.
Haz de espejo positivo de tu hijo, cuando no te trate bien, quiérele más, si le molesta que se lo digas, simplemente siéntelo y dilo en bajo "TE QUIERO HIJO". Abrázale con tu pensamiento. Visualízate ( ver con los ojos cerrados) abrazados.
El agua siempre puede a la piedra, el bien siempre puede al mal, el Amor siempre gana y sobretodo si es de madre.
Pero no lo olvides, Lee Lecciones de vida.
Querida madre, gracias por confiar en mi, yo también te abro mi corazón
No hay comentarios:
Publicar un comentario