Para ser un buen maestro de inglés y probablemente un buen maestros se necesita una buena dosis de LOCURA y otra de DULZURA.
LOCURA, para hacer las clases divertidas, para preparar clases que entusiasmen y nos entusiasmen. Para entregarnos a nuestros alumnos, para ser cazos que recogen ideas para trasformarlas en aprendizaje motivador. Para divertir enseñando y disfrutar en el intento
Y mucha DULZURA, para aprovechar la oportunidad que la vida nos da de ponernos en contacto con otros seres humanos maravillosos llamados niños, a los que puede que nadie más les muestra un rato de ternura. Como decía Albert espinosa, convertiros en uno de los 10 TERNURISTAS MÁS BUSCADOS.
Fijaos en el cerebro de un niño que recibe cariño y en del que no lo recibe. Es muy difícil aprender cuando se tiene el deposito emocional vacío, sin gasolina el coche no anda, sin amor el niño no aprende.
El niño aprende de manera proporcional al cariño que tiene a su maestro
No lo olvidéis DULZURA Y LOCURA, van de la mano para ser un buen maestro
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