Cortaba hojas, las pegaba en otro lado, ponía bonitos los títulos.
Al hablar, decir a una de las niñas que quería hablar en el recreo sobre su cuaderno, le dijo, Pero ¿Por qué si está bien? La niña no era consciente de lo que hacia mal en el cuaderno. Claro y si nadie se lo dice nunca aprenderá.
Me comentaba la profesora que en un cuaderno lleno de correcciones en rojo, no apetece seguir escribiendo. Y ya no digo nada si encima hay comentarios negativos.
Pues lo dicho a arreglar cuadernos.