Estos son los quince puntos que incluyen las tareas
veraniegas de este profesor italiano:
1. Por la mañana,
de vez en cuando, ve a caminar por la orilla del mar en total soledad.
Fíjate en cómo se refleja el sol, piensa en las cosas que más amas de la vida y
siéntete feliz.
2. Trata de utilizar
todas las nuevas palabras que has aprendido este año. Cuantas más cosas
puedas decir, más cosas podrás pensar y, cuantas más cosas puedas pensar, más
libre te sentirás.
3. Lee tanto como puedas. Pero no porque debas. Lee porque el verano inspira aventuras y sueños, y
leyendo te sentirás como una golondrina en pleno vuelo. Lee porque es la mejor
forma de rebeldía que existe. (Para lecturas recomendadas, pregúntame.)
4. Evita todas las cosas, situaciones y personas que te
generen negatividad o vacío. Busca
situaciones estimulantes y la compañía de amigos que te enriquezcan, te
comprendan y te aprecien por lo que eres.
5. Si te sientes triste o asustado, no te preocupes; el verano, como todas las cosas maravillosas, agita el
alma. Prueba a escribir un diario para reflejar tus sentimientos. (En
septiembre, si quieres, lo leemos juntos.)
6. Baila. Sin vergüenza.
En la calle debajo de casa o en tu habitación. El verano es un baile y sería
absurdo no participar.
7. Al menos una
vez, ve a ver la salida del sol. Quédate en silencio y respira. Cierra
los ojos, agradecido.
8. Haz mucho deporte.
9. Si encuentras a una persona que te encanta, díselo con
toda la sinceridad y la gracia que puedas. No importa si lo entiende o no. Si no lo hace, no era la persona
predestinada para ti; si lo hace, el verano de 2015 os ofrecerá una oportunidad
de oro para caminar juntos. (Si sale mal, regresa al punto 8.)
10. Revisa los apuntes de nuestras clases, hazte preguntas y relaciona cada autor y cada
concepto con lo que te sucede.
11. Sé alegre como
el sol e indomable como el mar.
12. No digas
palabrotas, sé siempre educadísimo y amable.
13. Ve películas
con diálogos conmovedores, preferiblemente en inglés, para mejorar tus
habilidades lingüísticas y tu capacidad de soñar. No dejes que la película se
termine en los créditos, revívela en tu verano.
14. A plena luz del
día o en las noches cálidas, sueña cómo puede y debe ser tu vida. Busca
en el verano la fuerza para no renunciar nunca y haz todo lo que puedas para
perseguir ese sueño.
15. Sé bueno.
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