Tengo por costumbre hablar mucho con mi hijo, de todo, y mucho del colegio y del IES.
Un día me fue describiendo uno por uno la labor de los profesores, tengo que decir que valoro mucho su opinión, pues en sus 12 años, me ha demostrado mucha credibilidad.
Al hablarme de una maestra que al llegar todos tildaban de mala maestra, y como no podía ser de otra manera apodaban la .....
El me comentaba, que era la que mejor preparaba las clases y más se lo curraba: llevaba las clases preparadas en su portátil, les ampliaba los temas, no usaba el libro, las explicaciones eran muy buenas, eso si no consentía faltas de respeto, ni burlas, ni actitudes groseras ni grotescas. Era seria, y a la hora de evaluar exigía el mismo rigor que ella daba.
Para sus compañeros era mayor, para él era madura, y experta.
El aprendió a amar su asignatura.
Creo que necesitamos malas maestras
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